sábado, 31 de enero de 2015

EN BUSCA DE FINANCIACIÓN BANCARIA PARA TU NEGOCIO

Antes de acudir al banco para obtener financiación, debes tener en cuenta ¿Qué piensan los bancos de mi proyecto emprendedor o de mi negocio? 

Sería lógico comenzar solicitando financiación a tu entidad de toda la vida, y digo lógico porque ellos tienen de primera mano datos fiables sobre tu capacidad de ahorro, sobre tus ingresos anteriores, sobre tu nivel de endeudamiento, etc. Aunque no siempre es la mejor opción, ya que depende de la política de tu entidad en este momento, sobre la mayor o menor facilidad para otorgar préstamos.

Si tu banco dice: NO, no significa que otras entidades te vayan a responder lo mismo.

En cualquier caso, la banca analizará tu estructura patrimonial y la solidez de tu Plan de Empresa y de tu Plan de viabilidad económico-financiero.

Será importante que cuentes con un Plan de Empresa serio y sobre todo, fiable, que se base en datos realistas, especialmente en las estimaciones de ventas o ingresos, que son siempre el quid de la cuestión. La inversión que necesitas para la puesta en marcha de tu idea, deberá ir justificada con facturas proforma o con un presupuesto.

También le interesará a la entidad saber cuántos fondos propios vas a involucrar/arriesgar en tu aventura. Sería curioso que no arriesgáramos nuestro propio dinero y esperáramos que el 100% que nos lo prestara el banco.

No podremos evitar hablar al banco de la existencia de otros préstamos que tengamos todavía sin amortizar. No estar fichado en una lista de morosos tipo RAI o ASNEF será imprescindible.

El nivel de endeudamiento que ya tienes y la potencial capacidad para devolver religiosamente al banco el dinerito concedido, serán las claves. 

En caso de no ser emprendedor, sino autónomo o sociedad que ya está en funcionamiento, y la financiación es necesaria para el día a día (circulante) o para ampliar y consolidar el negocio, serán imprescindibles, además de todo lo anterior:

  • Las declaraciones trimestrales a Hacienda del último año.
  • La situación de las Cuentas Anuales en caso de sociedades. 
  • Las últimas declaraciones de Hacienda, con sus resúmenes anuales de IVA e IRPF o Sociedades.
  •  Último pago a la Seguridad Social.

Finalmente, cuando todo lo anterior está en regla, según el riesgo que consideren que tiene tu operación y al ser difícil demostrar y justificar unos ingresos estables (sobre todo en estos tiempos), aparecerá las temidas palabras AVAL o PIGNORACIÓN y vinculación obligatoria con la entidad 

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